Esta
calle malagueña que suena a titulo de película ,"ALAMOS" sale a
la plaza de la merced , parece ser que tiene sus origenes en
el siglo xv.
EL 23 de abril de 1492, el corregidor de Málaga Juan Alonso Serrano señaló un solar existente junto a la puerta de San Buenaventura (hoy plaza del Teatro), para construir en él, por mandato de los Reyes Católicos un mercado. Fundaba esta decisión en lo amplio del lugar y en que ya existían muchas tiendas en las cercanías de la Puerta de Granada. Al establecerse en ese lugar el mercado, pensaba se poblaría la zona de casas y tiendas, con lo que, a la vez, favorecería al cercano monasterio de San Francisco. Para unir las dos puertas citadas ( Granada y Buenaventura), facilitando con ello el desplazamiento de quienes hubieran de ir al nuevo mercado, se construyó l a calle. Este mercado no llegó a establecerse por pleito del alcaide García Fernández Manrique; no obstante la calle si se realizó. La calle tomó el nombre de los álamos que se plantaron en ambos lados. Una de las aceras la formaba la muralla y el foso que la rodeaba. Hay que tener en cuenta que, desde la muralla se abría un extenso arrabal que iba desde la Merced hasta el final de Carretería, llegando por otro hasta el Guadalmedina, y por otra parte hasta la hoy zona alta de Capuchinos. Los vecinos cercanos a la nueva calle, (aunque por la parte interior de la muralla), abrieron, por su cuenta, algunos boquetes en la muralla, hasta que en 1607 se ordenó el cierre de los mismos. En 1721 se autorizó a construir sobre el foso, dando lugar a que tuviera ya las dos aceras de casas. La Hermandad de la Aurora del Espíritu Santo construyó la iglesia con esta advocación en calle Álamos, esquina a Puerta de Buenaventura. Se bendijo en 1727. El 5 de agosto de 1892, el entonces alcalde de Málaga, Sebastián Souvirón, acordó darle el nombre de Cánovas del Castillo por la ayuda prestada por éste a la reforma del puerto. En el número 20 de esta calle los intelectuales malagueños inauguraron la primera sede del \"Ateneo de Málaga\", encontrándose entre ellos el novelista Salvador González Anaya. En 1939 la calle volvió a llamarse de Álamos.
EL 23 de abril de 1492, el corregidor de Málaga Juan Alonso Serrano señaló un solar existente junto a la puerta de San Buenaventura (hoy plaza del Teatro), para construir en él, por mandato de los Reyes Católicos un mercado. Fundaba esta decisión en lo amplio del lugar y en que ya existían muchas tiendas en las cercanías de la Puerta de Granada. Al establecerse en ese lugar el mercado, pensaba se poblaría la zona de casas y tiendas, con lo que, a la vez, favorecería al cercano monasterio de San Francisco. Para unir las dos puertas citadas ( Granada y Buenaventura), facilitando con ello el desplazamiento de quienes hubieran de ir al nuevo mercado, se construyó l a calle. Este mercado no llegó a establecerse por pleito del alcaide García Fernández Manrique; no obstante la calle si se realizó. La calle tomó el nombre de los álamos que se plantaron en ambos lados. Una de las aceras la formaba la muralla y el foso que la rodeaba. Hay que tener en cuenta que, desde la muralla se abría un extenso arrabal que iba desde la Merced hasta el final de Carretería, llegando por otro hasta el Guadalmedina, y por otra parte hasta la hoy zona alta de Capuchinos. Los vecinos cercanos a la nueva calle, (aunque por la parte interior de la muralla), abrieron, por su cuenta, algunos boquetes en la muralla, hasta que en 1607 se ordenó el cierre de los mismos. En 1721 se autorizó a construir sobre el foso, dando lugar a que tuviera ya las dos aceras de casas. La Hermandad de la Aurora del Espíritu Santo construyó la iglesia con esta advocación en calle Álamos, esquina a Puerta de Buenaventura. Se bendijo en 1727. El 5 de agosto de 1892, el entonces alcalde de Málaga, Sebastián Souvirón, acordó darle el nombre de Cánovas del Castillo por la ayuda prestada por éste a la reforma del puerto. En el número 20 de esta calle los intelectuales malagueños inauguraron la primera sede del \"Ateneo de Málaga\", encontrándose entre ellos el novelista Salvador González Anaya. En 1939 la calle volvió a llamarse de Álamos.
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