Nuestra ciudad malagueña tiene tanta
historia que no tiene que ser guardada para algunos, sino para
el beneficio de todos.
Había de culminarse la conquista de Málaga y su tierra por los Reyes Católicos, en Agosto del año 1487, para que se recogiera toda una serie de datos sobre la ciudad que encontraron don Fernando y doña Isabel. Cronistas tales como Hernando del Pulgar, Alonso de Palencia o Bernáldez, que acompañaban a los Reyes, nos dejaron unas narraciones de los hechos tan detalladas que trascienden incluso el terreno topográfico. Por otra parte, los conquistadores se ocuparon en seguida en organizar el reparto de los bienes raíces de los vencidos entre los nuevos pobladores cristianos.
Así, a los veinte días de aquel hecho histórico, el 7 de Septiembre, los Reyes nombraron los repartidores, encargándoles que hicieran un inventario de todas las casas y tierras, lo mismo incultas que de labor, para su posterior reparto entre los que se avecindaban en ellas, dándoles como título de propiedad la correspondiente carta de donación. Se repartieron casas y heredades, se autorizó la construcción de mesones y ventas, se fomentó la repoblación de los arrabales, entre otras actuaciones, recogiéndose todo ello en cinco volúmenes que se conservan en los archivos Municipal y catedralicio de Málaga.
La ciudad empezó a cambiar su trazado urbano al adaptarse las nuevas construcciones al gusto de los reconquistadores. Se abre un eje longitudinal al que se añade otro transversal, en sentido noroeste-suroeste, cruzándose ambos en la "plaza de las cuatro calles", la Plaza Mayor (hoy en día, Plaza de la Constitución), y se empezó la construcción de la Catedral de Málaga sobre los cimientos de la mezquita mayor.
Las iglesias y conventos construidos fuera del recinto amurallado que empezaron a aglutinar a la población dan lugar a la formación de los barrios de extramuros, como La Trinidad o el Perchel. En esta época tiene lugar la construcción del puerto y su posterior ampliación. El artesanado malagueño se divide en siete grandes bloques: textil, cuero, barro, metal, madera, construcción y alimentación.
Había de culminarse la conquista de Málaga y su tierra por los Reyes Católicos, en Agosto del año 1487, para que se recogiera toda una serie de datos sobre la ciudad que encontraron don Fernando y doña Isabel. Cronistas tales como Hernando del Pulgar, Alonso de Palencia o Bernáldez, que acompañaban a los Reyes, nos dejaron unas narraciones de los hechos tan detalladas que trascienden incluso el terreno topográfico. Por otra parte, los conquistadores se ocuparon en seguida en organizar el reparto de los bienes raíces de los vencidos entre los nuevos pobladores cristianos.
Así, a los veinte días de aquel hecho histórico, el 7 de Septiembre, los Reyes nombraron los repartidores, encargándoles que hicieran un inventario de todas las casas y tierras, lo mismo incultas que de labor, para su posterior reparto entre los que se avecindaban en ellas, dándoles como título de propiedad la correspondiente carta de donación. Se repartieron casas y heredades, se autorizó la construcción de mesones y ventas, se fomentó la repoblación de los arrabales, entre otras actuaciones, recogiéndose todo ello en cinco volúmenes que se conservan en los archivos Municipal y catedralicio de Málaga.
La ciudad empezó a cambiar su trazado urbano al adaptarse las nuevas construcciones al gusto de los reconquistadores. Se abre un eje longitudinal al que se añade otro transversal, en sentido noroeste-suroeste, cruzándose ambos en la "plaza de las cuatro calles", la Plaza Mayor (hoy en día, Plaza de la Constitución), y se empezó la construcción de la Catedral de Málaga sobre los cimientos de la mezquita mayor.
Las iglesias y conventos construidos fuera del recinto amurallado que empezaron a aglutinar a la población dan lugar a la formación de los barrios de extramuros, como La Trinidad o el Perchel. En esta época tiene lugar la construcción del puerto y su posterior ampliación. El artesanado malagueño se divide en siete grandes bloques: textil, cuero, barro, metal, madera, construcción y alimentación.
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