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20 de febrero de 2014

HISTORIA DE LOS " BAÑOS BALNEARIO DIANA ":







OTROS DE LOS BAÑOS BALNEARIOS DE MALAGA fueron los de " DIANA".
Inaugurado en 1843 en la Cortina del Muelle, entre el espacio que se extendía desde la Aduana al Cuartel de Levante, el balneario Diana fue el primero de este tipo en Málaga construido dentro del mar, de madera sobre puntales de hierro y circunvalado por una reja de hierro, siendo su propietario Roselló. Aunque en un principio fue bastante reducido, cada año se fue ampliando y mejorando, como, según una Guía de 1861, cuando instaló «una bonita portada colocada sobre la misma muralla».
La galería de entrada era descendente y daba acceso a un gran salón con dos baños de tinas y al fondo un amplio mirador sobre el mar. Otro saloncito de descanso construido contra la muralla y a unos metros de elevación albergaba el departamento de los baños templados y calientes y la administración. Una especie de puente conducía a un edificio rectangular de madera, dividido en dos departamentos: en uno, la alberca para caballeros, y el otro, la de señoras. Además, cada departamento disponía de una alberca general y de cuartos individuales, seis para señoras y otros tantos para caballeros. Otras mejoras incorporaron un departamento de baños templados con doce cuartos, cada uno con una tina que recibía agua fría y caliente por medio de una bomba real, pasando la última por dos calderas de agua hirviendo preparadas con dos tubos o culebras. Se trataba del local más serio y elegante entre los de su clase, cuya clientela estaba integrada principalmente por gente madura y selecta, como matrimonios de clase alta, sacerdotes, etc. En 1887 se trasladó a las playas de la Malagueta, al Este del muelle actual. En abril de 1888 se presentó denuncia porque interceptaba el camino que conducía desde el Paseo de Reding a los baños de Diana. Aunque el Ayuntamiento había habilitado otro provisional, llegada la época de las lluvias, un terraplén impedía los desagües de algunas casas de de la calle de la Isleta. A esto se añadía que el propietario de estos terrenos pretendía edificar dos fincas en la calle Arenal. En cuanto a la ubicación exacta del balneario Diana en sus dos emplazamientos, según el plano incorporado a una Guía de 1868, vemos que estaba frente a la esquina de la Aduana. El plano de Joaquín Rucoba de 1897 lo sitúa en La Malagueta de la forma siguiente: de oeste a este, Diana, Estrella y Apolo. Parece ser que los baños de Diana no pudieron resistir la dura competencia de los otros dos balnearios, y hacia 1899 fueron clausurados.







HISTORIA DE LOS " BAÑOS DE LA ESTRELLA ".




Otro de l os famosos baños malagueños fueron los " BAÑOS DE LA ESTRELLA" , ESTO BAÑO Lo inauguró Manuel Díaz en 1859 en la playa próxima al edificio de Sanidad. Debido a la proximidad de las alcantarillas, después de un duro enfrentamiento entre el Ayuntamiento y el Gobierno Civil, en junio de 1862 se trasladó a la zona del puerto conocida como Baño de las mujeres. En cuanto a su exacta ubicación en la Cortina del Muelle, Francisco Bejarano nos refiere que «estaba situado hacia Poniente, a la derecha de la antigua casa llamada de Orueta, que es la que la actual Cortina del Muelle hace esquina a la calleja de Don Juan de Málaga». Su disposición era similar a los baños de Diana, con escalera de acceso de piedra, una cancela de hierro enterrada con los rellenos de Parque, bajándose al mar por la escalera del muelle que existía cerca de la muralla. Entre la galería de cuartos de caballeros y señoras había un balcón sobre el mar.
En 1887 fue trasladado, junto a los de Diana y Apolo, a las playas de la Malagueta, debido a las obras del Puerto y al proyecto del parque, aunque la razón más determinante sería la dudosa salubridad de las playas. Al trasladarse a la Malagueta pasó a ser propiedad de Manuel Ledesma. El balneario constaba de dos partes perfectamente delimitadas: una instalación de madera e hierro, desmontable sobre el mar, con tinas de madera para baños fríos y templados de agua de mar, cuartos o pequeñas albercas para tres personas y dos grandes albercas generales, una para caballeros y otra para señoras, ésta última cubierta con enormes y pesadísimas esteras de esparto. La otra instalación estaba en una casa situada en la calle de Arenal con cuartos con tinas de mármol para baños de agua dulce o salada, salas de duchas y una gran alberca de agua de mar, muy socorrida para los días de fuerte oleaje. Asimismo, contaba con aparatos hidroterápicos. La línea férrea separaba una y otra parte del balneario; en 1911 construyeron un paso elevado sobre dicha línea férrea que unía ambos locales, el de tierra y el marítimo. Y según un anuncio publicado en el Almanaque–Guía de 1888, se creó un servicio especial de coches desde la Puerta del Mar hasta el balneario.