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15 de noviembre de 2013

HISTORIA DEL CINE ECHEGARAY:





















Gracias a dios y a una pila de santo este edifico no a acabado destruido . cosa rara en malaga



El cine fue diseñado por Manuel Rivera Vera, autor del Ayuntamiento de Málaga entre otros nobles edificios civiles de la ciudad, arquitecto que construyó un lujoso inmueble con un vestíbulo profusamente decorado y un patio de butacas en el que destacaban unas vidrieras de la prestigiosa casa Maumejean. Con 500 localidades en el patio y 300 en el anfiteatro, fue inaugurado el 19 de noviembre de 1932 con una fastuosa gala en la que se proyectó la película El favorito de la guardia.

El Cine Echegaray fue inaugurado el 19 de noviembre de 1932. En su decoración no falta nada de los elementos de los cines americanos, aunque era de destacar una cierta disociación estilística, que va a permanecer aún hoy, de una manera más acusada, tras su transformación en teatro: el vestíbulo rectangular de entrada es un especio muy cómodo para que el arquitecto se desenvuelva ahí con una organización clasicista, ecléctica, muy en la línea Beaux Arts, con grandes puertas coronados por frontones y cornisas fuertemente impostadas y con una decoración plateresca, entre columnas acanaladas y apilastradas, molduras, plafones, ménsulas, etcétera.

El interior es ya un espacio más singular, un espacio de exhibición cinematográfica y aquí la arquitectura pone más énfasis en los aspectos estrictamente decorativos que en la adopción de órdenes arquitectónicos, digamos, clásicos.

Es el terreno propio de curvas, plafones, pinjantes y recursos que rozan el estilo modernista o dèco, especialmente en las estupendas vidrieras de la Casa Maumejan (1836) de París, que alojan motivos Art Nouveau y que, desplazadas de su primitivo emplazamiento, se han conservado manteniéndolas en el vestíbulo y las escaleras.
Las pinturas eran de Blas Guerrero, las butacas, de nogal con telas expresamente fabricadas para el cine por la casa especializada Segura, de Madrid, etcétera. La fiesta fue espléndida, organizada por la Asociación de la Prensa a beneficio del Montepío de Periodistas Malagueños.
La empresa Del Río, García y Walter se disolvió en 1934, quedando como único propietario Juan del Río González, al que Málaga le debe también esa joya del Movimiento Moderno que fue el Málaga Cinema (hoy desaparecido) de la Plaza de Uncibay. Es justo rendir homenaje a este empresario, que fallece en 1951, continuando sus herederos con el negocio hasta 1954. En 1955 se formó la Sociedad Malagueña de Espectáculos, integrado por los herederos de Del Río y Tomás Galiana, perdurando hasta Junio de 1968.
Desde 1968 hasta el 72 lo tuvo la empresa Rey Soria Compañía, S.L. mediante contrato de arrendamiento. Desde el 1 de Agosto del 72 perteneció a la Sociedad Malagueña de Espectáculos. Un año después (1973) pasó a propiedad de Circuito Astoria hasta marzo de 1984, fecha en que lo compró la empresa América Multicines.
Francisco Peñalosa falleció en agosto de 2008. Su hijo, también arquitecto Borja Peñalosa, junto a Salvador Moreno Peralta y César Olano Gurriarán acabaron en marzo de 2009. Al ser concebido como un espacio en el que extender y diversificar la oferta cultural del Cervantes con espectáculos de vanguardia y de repertorio en el que caben tanto lírica de pequeño formato y representaciones teatrales como música, teatro infantil, actividades didácticas y algunos y selectos actos institucionales, el Teatro Echegaray se rehabilitó potenciando su versatilidad:
Aparte de restaurar el vestíbulo y la fachada reponiendo los materiales originales, la sala interior se remodeló completamente, invirtiendo el sentido de la escena para aprovechar el espacio orientado hacia la calle Moratín instalando allí los camerinos y locales técnicos. Las vidrieras, que antes estaban ubicadas en la sala, se recolocaron en los vestíbulos.
El teatro se configuró para poder programar representaciones convencionales o “a la italiana”, es decir, con escena frontal, o en “arena”, esto es, con la escena central y el público alrededor. Para hacer posible esta adaptabilidad del espacio para diferentes tipos de espectáculo, el “peine” y la maquinaria escénica cubren todo el teatro, caja escénica y patio, cuyas butacas son retráctiles y se pueden retirar parcial o totalmente.
En 2001, se pasó la última película en el Echegaray, que cerró sus puertas al tiempo que el Ayuntamiento de Málaga firmaba un convenio con sus propietarios para destinarlo a uso teatral y así servir de complemento al saturado Teatro Cervantes.


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