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28 de marzo de 2014

HISTORIA DE LA FERRETERIA MALAGUEÑA " EL COMPAS "








Foto: HISTORIA DE LA FERRETERIA MALAGUEÑA " EL COMPAS "

Uno de los tipicos negocios de málaga QUE ESTA A PUNTO DE LLEGAR A SU FIN ,
Han logrado sobrevivir al paso del tiempo. Contra todo pronóstico, el peso de su nombre y su buen hacer han perdurado en unas calles hoy invadidas por las franquicias, dotando de una personalidad propia a un comercio cada vez más uniforme. Sus mostradores han visto pasar distintas generaciones de clientes. Son los negocios tradicionales que se mantienen aún en el Centro de Málaga:
Luis Barbados Gregori regenta El Compás, tienda en la que ha trabajado a lo largo de 40 años. La fundó en el año 1921 su abuelo, que fue aprendiz en la célebre ferretería Temboury. Después, continuaron con el negocio su padre miguel barbados y dos tíos. Él será el último de una saga familiar dedicada a vender tornillos porque el año que viene se jubila. «Mis hijos han estudiado y no quieren continuar; me dará mucha pena tener que cerrar», dice. Luis asegura que su ferretería ha resistido de todo: crisis, aumento de la competencia, saqueos... y hasta una bomba en el año 1936.
Uno de los tipicos negocios de málaga QUE ESTA A PUNTO DE LLEGAR A SU FIN ,
Han logrado sobrevivir al paso del tiempo. Contra todo pronóstico, el peso de su nombre y su buen hacer han perdurado en unas calles hoy invadidas por las franquicias, dotando de una personalidad propia a un comercio cada vez más uniforme. Sus mostradores han visto pasar distintas generaciones de clientes. Son los negocios tradicionales que se mantienen aún en el Centro de Málaga:
Luis Barbados Gregori regenta El Compás, tienda en la que ha trabajado a lo largo de 40 años. La fundó en el año 1921 su abuelo, que fue aprendiz en la célebre ferretería Temboury. Después, continuaron con el negocio su padre miguel barbados y dos tíos. Él será el último de una saga familiar dedicada a vender tornillos porque el año que viene se jubila. «Mis hijos han estudiado y no quieren continuar; me dará mucha pena tener que cerrar», dice. Luis asegura que su ferretería ha resistido de todo: crisis, aumento de la competencia, saqueos... y hasta una bomba en el año 1936.

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